Agua de mar puede originar enfermedades del sistema nervioso.
El director farmacéutico de Laboratorios
Quinton, Juan Alberola, ha alertado de los peligros que entraña consumir agua
de mar directamente sin un proceso de filtrado, al estar vínculado con la
degeneración del sistema nervioso y respiratorio e, incluso, con el cáncer, con
motivo del Día Mundial del Agua, que tiene lugar este viernes.
Y es que, recientemente, han aparecido publicaciones en las
que se mostraba a individuos bebiendo agua directamente de las playas. Por
ello, la compañía recuerda la importancia de realizar un protocolo de recogida
y envasado que garantice la calidad del agua y la ausencia de productos
químicos y bacteriológicos.
En primer lugar, este experto ha explicado la importancia de
que el agua de mar sea captada en un "lugar apropiado". Pues, si se
hace en la misma costa, está sujeta a "múltiples fuentes de
contaminación", como los emisarios submarinos de aguas fecales y los
contaminantes químicos.
Mientras que, si procede de alta mar, "estos
contaminantes no existen teóricamente". No obstante, la empresa que este
experto representa recoge el agua de mar y, luego, es sometida a controles
químicos. El objetivo es analizar la presencia de metales, como el mercurio, que
"aunque en pequeñas dosis pueden ser extremadamente tóxicos, "hay que
descartar que no haya ninguno de ellos en cantidades perjudiciales para el
hombre".
El agua de mar debe ser recogida en unos puntos concretos
llamados Vortex mediante un barco especialmente adaptado para tal fin. Una vez
recogida, el agua debe ser transportada en camiones frigoríficos hasta las
instalaciones de un laboratorio, donde debe ser analizada, mezclada con agua de
fontana, microfiltrada en frío y envasada.
Así, durante el proceso, el agua de mar tiene que pasar en
el laboratorio por un minucioso control para evitar la contaminación de los
mares que incluya búsqueda de pesticidas (carbamatos, organofosforados o
tiofosforados); búsqueda de derivados del petróleo y materiales pesados (plomo,
arsénico, mercurio, cadmio, cromo); iones (clorudos, sodio, potasio, magnesio,
controles fisicoquímicos, ph, salinidad, conductividad) y búsqueda de
radioactividad.
En relación a las enfermedades que aparecen a consecuencia
de la ingesta de estos metales, este experto ha aclarado que, si bien pueden
aparecer enfermedades degenerativas del sistema nervioso y respiratorio así
como enfermedades de tipo óseo e, incluso, cáncer, muchas veces, se desconoce
el origen de su aparición.
En general, Alberola ha explicado que el agua de mar para
consumo contiene los minerales necesarios para el buen funcionamiento de las
células, al regenerarlas y devolverlas su vitalidad.
Vía: www.europapress.es
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