Embalses están contaminados y secos
En Camatagua encontraron indicios de la presencia de
bacterias y La Pereza está en un nivel bajo.
EMILY AVENDAÑO
22 DE MARZO 2013 - 12:01 AM
Hace un año se encendieron las alarmas sobre la calidad del
agua en el embalse de Camatagua debido a la contaminación que pudiera generar
el transvase de la laguna de Taiguaiguai a la principal fuente de agua que
utiliza Hidrocapital para abastecer la ciudad de Caracas.
Ernesto González, miembro del Laboratorio de Limnología de
la Universidad Central de Venezuela, explicó que los ministerios de Ambiente y
Ciencia y Tecnología atendieron la preocupación de los ambientalistas y desde
septiembre el Instituto de Biología Experimental de la UCV realiza mediciones
en el estanque.
“Cualitativamente podemos decir que sí hubo una afectación
debido a que en la desembocadura del río Guárico hay una alta concentración de
nutrientes. El Ministerio del Ambiente desarrolla las medidas que sería
conveniente tomar una vez que estén los resultados del estudio”.
Con el término “nutrientes” el especialista se refiere, por
ejemplo, a los desechos que caen en las aguas como consecuencia de la falta de
canalización de las aguas servidas, causantes de la aparición de plantas en la
superficie del agua, como bora o lemna.
El proyecto empezó en septiembre y el laboratorio realizará
trabajo de campo en Camatagua hasta agosto. Sobre el nivel de agua en ese
embalse, dijo que ahora se encuentra a una profundidad de 52 metros, que podría
ser “casi lleno”.
Las denuncias permitieron la remoción de la bora de La
Mariposa, sin embargo, esa acción no evita que el embalse se siga considerando
como eutrófico, es decir, que presentan una elevada concentración de nutrientes
y una alta productividad biológica. “La clasificación se mantiene porque los
factores que lo originan siguen presentes aunado a la erosión en toda la cuenca
de drenaje”.
Tomar previsiones. Evelyn Pallotta, directora de Ambiente de
la Gobernación de Miranda, señaló que desde el año pasado las mediciones
hidrometeorológicas anunciaban que este sería un año de sequía.
“Esas dinámicas deben ser consideradas en las políticas
públicas y el Ministerio del Ambiente, como órgano rector, debería accionar
mecanismos para el ahorro de agua, sensibilizar a la población sobre el consumo
responsable del recurso y evitar invasiones en los ríos que alimentan los
embalses”, recomendó.
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